Lo que David Foster Wallace me dio para enfrentar el 2015

It is easy in the world to live after the world’s opinion; it is easy in solitude to live after our own; but the great man is he who in the midst of the crowd keeps with perfect sweetness the independence of solitude
Ralph Waldo Emerson, Self-Relience

El 2014 fue un año intenso, lleno de trabajo y ansiedades. Para mi en lo particular fue un año de aprendizaje profundo y de balance claramente positivo, aunque no estuvo desprovisto de tensiones fuertes y de una que otra frustración importante. Fue, también, un año de re-enfoque, en la forma de entender mi entorno profesional y personal. Y finalmente, fue un año de descubrimientos, sobre todo en la lectura, pues hallé autores y libros sumamente interesantes que ayudaron a que este convulsionado año dejara lecciones importantes. Uno de esos autores fue, sin duda, David Foster Wallace.

Wallace fue un escritor norteamericano que llegó a la fama a finales de los 90, impulsado por su segunda novela “Infite Jest” y sus ensayos. Según dicen los que entienden de literatura, fue un escritor agudo y adelantado, que vivió una vida intelectual intensa, marcado por una profunda depresión que terminó por costarle la vida.

La impresión que me ha dejado lo poco que he leído de él hasta el momento es que su rasgo distintivo fue el tener una visión sumamente detallada y crítica de la realidad en la que estaba sumergido. Fue una persona que supo ver con mejor claridad que el resto, la fisuras que hay en la cotidianidad y como éstas, si no son atendidas a tiempo, terminan por frustrarnos o adormecernos. Varios de sus ensayos han reforzado esa impresión en mi, pues en ellos se esmera en detallar el lado no siempre visible de cosas tan aparentemente triviales como un crucero por el caribe o la diferencia entre la vida de los atletas de élite y sus aburridísimas autobiografías. Ejemplos de lo anterior son “A Supposedly Fun Thing I’ll Never Do Again (título original “Shipping Out”), “How Tracy Austin Broke My Heart“,  “Some Remarks on Kafka’s Funniness From Which Probably Not Enough Has Been Removed” y “This Is Water: Some Thoughts, Delivered on a Significant Occasion, about Living a Compassionate Life“. Esta último tiene, al menos para la intensión de este post, una importancia particular. En primer lugar, fue usado como base del discurso de graduación que Wallace pronuncio en mayo del 2005 en el Kenyon College, lo que en motivo lo acerca mucho a las reflexiones de año nuevo. En segundo lugar, su contenido se ha reproducido y adaptado en múltiples formatos, lo que hace que sea sea más accesible y digerible. En función de lo anterior, quisiera compartir un extracto de “This is Water” con una fantástica interpretación visual, para luego cerrar con una conclusión final.



La lección de Wallace, si tuviera que definirla de algún modo (estoy siendo sumamente temerario al escribir esto, pues no sé mucho de literatura ni de crítica) es una invitación a rechazar los convencionalismos, a vivir en una suerte de “inconformismo crítico”. Dicho de forma menos “inventada”, diría que lo que Wallace hace en sus textos es quitarle un poco del maquillaje al día a día, para invitarnos a ser un poco menos “automáticos”, más conscientes y libres sobre lo que pensamos y decidimos.

No sé si ese “inconformismo crítico” pueda lograrse y, desde luego, el suicidio de Wallace en el 2008 le agrega una cuota de trágica ironía a todo esto que estoy escribiendo, pero sin duda me parece que, para encarar el 2015, puede ser bueno obligarnos todo el tiempo a cuestionarnos a nosotros mismos, a distinguir lo banal de lo trascendente y saber ponerle atención a las cosas importantes.

Creo firmemente que el año 2015 traerá desafíos más grandes que el 2014. Para los que tenemos el corazón dividido en varios países, siendo además uno de esos países Venezuela, lo anterior es aún más cierto. Vivimos en un mundo cada vez menos predecible y menos convencional. Tener la capacidad para decidir qué tiene “significado” y qué no lo tiene, aún en detrimento de las convenciones sociales, o inclusive identificar y reírnos de los sinsentido que abundan en nuestro día a día, puede llegar a ser, a fin de cuentas, la principal herramienta para sortear estos 12 meses duros que tenemos adelante.

Mi deseo es que todos tengamos esa capacidad

¡Feliz y próspero 2015!

 

0 Comments

  1. Ernesto Ruizsays:

    Excelente articulo Ramiro una lectura muy refrescante en tiempos en los que el stress del dia a dia logra consumirte si no pones un freno. En definitiva considero que la frase “think outside of the box” encaja a la perfeccion aqui. Si uno mismo no pone de su parte y no reacciona ante las situaciones que nos agobian, esos problemas, que a veces son tan tontos, terminaran ganando la batalla, feliz 2015

    • Gracias Ernest, por la lectura y el comentario. En efecto, hay que ser un poco más crítico y elegir a qué darle importancia. El problema, obviamente, es que más fácil decirlo que hacerlo. Pero al menos tener consciencia de que hace falta tener más consciencia, valga la repetición, es un buen primer paso. ¡Abrazo grande!

  2. Melisasays:

    ¡Un 2015 consciente para todos!

    • Así es Melisa, un 2015 consciente. Lo que no necesariamente quiere decir coherente 😉 ¡Gracias por regresar y dejar el comentario!

  3. Excelente interpretación Rami. Solo nosotros tenemos el poder de escoger a que le prestamos atención y a que no. Pienso que las emociones juegan un papel importante en este convencionalismo en el que vivimos diariamente. Dependiendo del estado de animo con el cual afrontamos la rutina podemos o no cambiarla y encontrar momentos de inspiracion. Gracias por compartir.

    • David ¡Feliz año! Si, suena más sencillo de lo que realmente es. El mismo Wallace no pudo seguir su consejo y terminó quitándose la vida en el garaje de su casa. Lo que quizá importa es la reflexión, quizá no tanto para elegir atender lo que nos hace bien, pero si al menos para mirar con ojos más críticos y saber que en ocasiones, cuando nos dejamos llevar en modo automático, terminamos por atender y creer en cosas que no tienen importancia. Saber que eso puede pasarnos es ya un avance importante, ¿no? Busca leer su ensayos, son realmente interesantes. Hace exposiciones detalladas hasta lo obsesivo de situaciones o cosas que nos parecen cotidianas y las desmenuza hasta mostrarnos cada uno de los “hilos” que la componen. Su ensayo sobre el crucero, por ejemplo, no solo es divertidísimo, sino también esclarecedor en cuando lo “tontos” que podemos llegar a ser. Lo mismo pasa con su ensayo “Big Red Son” que aborda la industria pornográfica desde una óptica igualmente crítica y “consciente”; o “Consider the lobster” en donde hace una disección del festival de la langosta en Maine. En fin, el tipo era un lúcido. Échale un ojo si puedes. ¡¡Abrazo grande!!

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