El viernes pasado terminó una de las semanas más interesantes que he vivido en mucho tiempo. Gracias al apoyo de mi gran amigo Luis Maturén, he tenido el privilegio de asistir al Simposio sobre Educación y Tecnología que han organizado en conjunto el Real Colegio Complutense y el David Rockefeller Center for Latin American Studies de la Universidad de Harvard.
En esa semana he tenido la oportunidad de recibir “lectures” de profesores como Christopher Dede, Eric Klopfer, Kurt Fischer, David Perkins, Shigehisa Kuriyama, Steven R. Lerman y John G. Palfrey. Todos ellos investigadores y expertos en áreas tan diversas como las leyes, la historia, la educación y la ingeniera. Todos, también, educadores de vocación, ocupando importantes cargos en instituciones como el Harvard Graduate School of Education, Harvard Law School, M.I.T y George Washington University.
Es difícil listar en un post todo lo que me estoy trayendo de esta experiencia. Sí quisiera, sin embargo, resaltar dos elementos que me han dejado inmensamente satisfecho y que creo, son parte del aprendizaje fundamental obtenido en estos intensos días.
En primer lugar, he reforzado mi convicción sobre el profundo giro que estamos viviendo como sociedad, teniendo a la tecnología como un catalizador enorme de cambios en el comportamiento de las personas. Ha sido fascinante, por ejemplo, ver como los Profesores Klopfer, Kuriyama y sobretodo Palfrey, han comprendido que es momento de modificar la forma en la que venimos enseñando, utilizando para ello herramientas digitales en las aulas de clase. Nada fácil, por cierto, cuando esos cambios quieren hacerse en instituciones de primer nivel que vienen haciendo las cosas relativamente de la misma forma desde hace más de tres siglos. Puede que no nos parezca sorprendente, pero basta asomarse al trabajo de estos grandes académicos para entender que su convicción nace de un profundo análisis de las personas, no de las herramientas.
Por ejemplo, el Profesor Kuriyama le pide a sus estudiantes que realicen, como trabajo para evaluar su curso, un video de 3 minutos, sobre diversos temas históricos. Este gran intelectual ha sustituido el “paper” por el iMovie y los resultados son fascinantes. Se trata, dice él, de un nuevo discurso, una nueva forma de relacionarse con la información, que puede acercar de manera más eficiente a los estudiantes con el conocimiento (puedes ver un ejemplo aquí). Algo similar hace Palfrey, quien ha pedido a sus estudiantes de la Escuela de Derecho de Harvard que analicen su libro “Born Digital” y presenten sus resultados en breves películas “caseras” de unos pocos minutos de duración. Los que estamos en el mundo de la publicidad sabemos lo complejo que es redactar un guión de 30 segundos. ¡Tienen que ver lo que los chicos estos hacen en 3 minutos! Abordan temas tan complejos como las implicaciones legales del uso de herramientas digitales o un análisis histórico de los orígenes de la medicina.
Pero más importante aún que el display tecnológico de estos estudiantes es el esfuerzo enorme que los profesores han hecho (y siguen haciendo) para acercarse a esta nueva realidad. Algunos de ellos almuerzan regularmente con sus estudiantes, hacen investigaciones en salones de otros profesores y, sobretodo, intentan sumar a colegas en su búsqueda por un mejor entendimiento. ¿Están los docentes en latinoamérica haciendo algo similar? Podemos ir más allá y preguntarnos, ¿estamos, en nuestras distintas áreas profesionales, explorando con detalle el enorme impacto que estas nuevas conductas tienen? No estoy del todo seguro que la respuesta a esas interrogantes sea afirmativa.
En segundo lugar, me traído de Cambridge una lista de nuevos colegas y amigos con los que he compartido cantidades insólitas de información. El simposio fue una maravillosa oportunidad para juntar a 32 profesores iberoamericanos de universidades tan prestigiosas como la Complutense de Madrid, la Universidad San Franscisco de Quito, Universidad de Santiago de Chile, el E.O.I de España, Universidad de Buenos Aires y la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, por mencionar apenas unas pocas de las que estuvieron representadas en Harvard. En pocos
minutos encontramos cantidades de temas afines, inquietudes sobre el futuro y deseos compartidos. Tuvimos incluso la hermosa oportunidad de escucharnos entre nosotros, aprovechando un afortunado error que nos regaló la tarde del miércoles, la cual aprovechamos para compartir, un poco más formalmente, algo de los que nos llama la atención. Al momento de la despedida, intercambiamos promesas de reencuentros y de nuevas oportunidades para compartir experiencias, en un aula de clase o fuera de ella. Así como el Prof. Steven Lerman nos recordó el inmenso valor que hay en el acto de dar, al contarnos de esa maravillosa iniciativa del M.I.T llamada “OpenCourseWare” (de la que prometo hablar más en detalle en una próxima entrega), entre todos los participantes existió siempre la convicción de que si compartimos información y colaboramos entre nosotros, lograremos los cambios que nuestros sistemas educativos merecen y que bien vale decir, son perfectamente aplicables en nuestros otros ejercicios profesionales.
En definitiva, Harvard me ha brindado la oportunidad de sentarme a escuchar a personajes brillantes que están impulsando cambios de una trascendencia indescriptible. Todos ellos me han contagiado su entusiasmo, que espero se traduzca, entre otras cosas, en la resurrección de este blog. Me ha puesto en contacto con profesores fascinantes, de quienes aprendí muchísimo y con quienes espero mantener un diálogo fluido en el futuro. Y sobretodo, han reforzado mi convicción sobre la necesidad de impulsar una conversación continua sobre las causas y efectos de estos cambios tan relevantes que estamos viviendo.
Cierro este ya largo post con la promesa de escribir con un poco más de detalle sobre lo que me dejaron algunos de los profesores que tuve el privilegio de escuchar.
Excelente experiencia. En menor escala, los profesores de la ECCC y su servidor hemos tratado de estar al día con algunas de estas nuevas ideas sobre el aprendizaje, por lo que al compartir tus conocimientos adquiridos será de gran valor para todos.
Gracias por compartir un poquito de tu experiencia por allá, estaba ansiosa y curiosa de saber qué habías aprendido y a quién habías conocido. Me hiciste reflexionar sobre la manera de enseñar, espero con ansias que educadores puedan leer tu post y puedan comenzar a activar estas herramientas tan poderosas y que conectan tanto con los jóvenes. No hay mejor manera de aprender que disfrutar haciéndolo.
Espero más notas!!
Saludos Mr. Case.
José, fue ciertamente una experiencia excelente. Lo interesante es que la gente del Real Colegio Complutense está buscando hacer alianzas con Universidades en la región, para ofrecer acceso a eventos como esto a su cuerpo docente. Lo conversé con una de las directoras y no me pareció descabellado. Me encantaría contarte, pues participación en simposios como ese de personas como tu sería realmente fabuloso. Apenas tenga algo de tiempo, te paso un correo con los detalles.
Doucky, mil gracias!! Qué bueno que te gustó. Créeme que la reflexión ha sido total en mi caso. No sabes las cosas que esta gente hace, es realmente interesante, y por raro que parezca, no está lejos de nuestras posibilidades. Muchos besos!!
Excelente experiencia y relato de ella Esposo.
Amigo,
que bueno tu post !
…Y que bien lo hemos pasado.
Que experiencia.
Un fuerte abrazo
Estimado Ramro
Creo que has plasmado en tu Post en forma magistral lo que todos vivimos esa semana de verano en Cambridge.
Es mucho lo que apredimos y estoy seguro qnos llena de entuasiasmo para implementar lo
… nos llena de entusiasmo para implementar lo vivido en Harvard.
Estoy convencido que nos esperan nuevos retos pero vamos a disfrutarlos al máximo porque estamos haciendo que los cambios sucedan.
Mil gracias por tu participación durante el evento
Un fuerte abrazo
Luis