La percepción: ese tema fascinante que nos permite ver, al mismo tiempo, nuestras enormes limitaciones sensoriales y nuestro fantástico potencial creador.
Puede que a simple vista no haya mucho de novedoso en la charla de Beau Lotto que les comparto arriba, pues al fin y al cabo, muchas de sus ilusiones seguramente ya las conocen. Sin embargo, Lotto deja un mensaje poderoso entre ejemplo y ejemplo, que me parece necesario resaltar, ya que andamos tocando estos temas recientemente (el énfasis en la cita es mío)
…Así que, ¿cómo rayos conseguimos ver? Si van a recordar algo de los próximos 18 minutos, recuerden esto: la luz que llega a nuestro ojo, la información sensorial, no tiene significado. Porque podría no significar literalmente nada. Y lo que es verdad para la información sensorial, es verdad para la información en general. No hay significado inherente en la información. Es lo que hacemos con esa información lo que importa..
Lo que Lotto expresa en la cita anterior es de una importancia capital para casi todo, pero fundamentalmente para la publicidad y el mercadeo. No pocas veces es obviada y se cae en la ingenuidad de pensar que lo que se dice o se muestra es lo que la gente entiende y descodifica. La información cruda, sin que medie la experiencia o el contexto, no significa nada. Ese es, justamente, el trabajo que se hace en publicidad: darle significado a la información, ayudando a que la gente, cuando vea o escuche algo, entienda lo que nosotros queremos que entienda.
Parece sencillo y obvio, pero no lo es tanto. A veces creemos que con “informar” es suficiente.
Si les llama la atención tanto como a mi, vean la charla y luego métanse a husmear en el laboratorio de Lotto. Hace allí mucho más que divertidas ilusiones.