Bueno, ya viene siendo hora de que le quite el polvo y las telas de araña a mi descuidado blog.
Escribir con regularidad y, mejor aún, escribir bien (o al menos intentarlo) es una tarea harto complicada y demandante. Lo cierto es que me suele pasar esto de abandonar el blog, y me temo que me seguirá pasando.
Lo bueno es que siempre se puede volver.
Para intentar reiniciar el motor, voy apenas con una imagen, del siempre atinado Austin Kleon. Es un manual, al estilo de Cortázar podríamos decir, para leer un poco más.
Conviene ponerlo en práctica. A mi, sobretodo, me viene de perlas.
No se puede escribir si no se lee.